Love you to Death

Saturday, April 3, 2010 10:33 PM Posted by Louisianee


Love you to Death

Hacía cuatro otoños se conocieron. Ella tenía quince años y como rosa negra salvaje florecía. Aún en ese entonces, ella sabía que moriría. Estaría destinada al cruel final en la flor de la juventud de aquel encanto maligno y malvado que sobre sus hombros se posaba. Ella tocaba el violín y se sentaba a tocarle una melodía al astro mayor que se iría pronto a dormir. "Sé que cada día que te escondes, es un día menos en mi vida", susurró. Con un abrigo en las manos él apareció, sorprendiéndola. Ella se dio la vuelta, colocó el violín a un lado y lo besó.
El tiempo pasó lento. Todo parecía normal. Cada día la misma rutina. Levantarse, comer un rico desayuno, caminar por los jardines y tomar té y galletas antes de la puesta del sol. Había algo mal en ella... la delataba la visita del doctor cada semana. Varios vestidos iban a la basura manchados de sangre. ¿Qué padecía la princesa? Sus mejillas rosadas fueron reemplazadas por un par de sombras oscuras en sus verdes ojos. Su cabello negro se debilitaba al pasar de los días y en su pecho latía un corazón débil mientras el nudo en la garganta era cada vez más difícil de desatar.
Su cabello sujeto por una cinta y un par de guantes para el frío. Él tomó una de sus manos y la llevó a la colina. Caminaron algunos minutos y conversaron trivialidades. El joven con suavidad su mano apretó e intentó sonreír. Escondiéndose el sol nostalgia le causaba y no podía evitar sentirse triste al malestar de su adorada percibir. Una hoja se posó sobre su hombro y le hizo reaccionar. Entonces la miró inmersa en algún pensamiento o sólo absorta en la calidez del paisaje, del increíble color de las nubes y el cielo naranja. Una brisa fría movió sus ropajes y él la rodeó con sus brazos y la estrechó tiernamente. Bajo un árbol casi despojado de sus vestiduras se detuvieron y ella llorando susurró.
–Voy a morir.
–¿Qué es el mañana sin ti? –respondió con una pregunta suave y triste.
–Siempre estaré contigo –musitó–. Soy el ancla de tu dolor. No hay fin para lo que haré –le abrazó con aún más fuerza mientras sus lágrimas recorrían sus mejillas–. Porque te amo.
De repente hubo un pequeño silencio, muy suave, delicado e íntimo.
–Te amo hasta la muerte –culminó.

El cantar de las avecillas era un rumor que brotaba de los árboles como un dulce aroma. El té con limón humeaba feliz y la princesa sonreía al horizonte sus ojos posar. Las hojas ya muertas se desprendían de sus ramas al murmullo del viento y volaban presas del mismo sin poder escapar. Era una lluvia. Una lluvia de hojas del color del otoño. Tomó la taza caliente y la alzó hacia sus labios que ansiosos esperaban probar el delicioso líquido. Sus ojos se cerraron y su cuerpo cayó como una pluma sobre el mar de cojines que la esperaban en el piso. La bebida se derramó sobre su vestido pero ella nada sintió. Un par de horas luego despertó en su habitación. Abrió sus ojos muy despacio y lo encontró frente a la ventana.
–Roy –musitó ella.
Él de inmediato la vuelta se dio y sus ojos se fijaron en los de la joven. Se apresuró hacia ella y sentándose junto a la cama le tomó ambas manos y las besó tiernamente. Los ojos verdes de la princesa se humedecieron al sentir la calidez de los labios de su amado su piel rozar.
–¿Qué tal el verano? –sonriendo le preguntó. No sabía cómo podía sonreír y sentir tantas ganas de echarse a llorar al mismo tiempo.
–¿Qué es el mañana sin ti? –respondió quedo y casi ronco repitiendo lo que alguna vez dijo con anterioridad–. ¿Es nuestro último adiós?
Ella no respondió. Sus ojos cerrados permanecieron casi un minuto hasta que él se percató de lo que eso significaba. Le llamó por su nombre repetidas veces, sintiéndose vencido cada vez que lo decía. "Responde", murmuró desesperándose. Las lágrimas brotaron sin temor y el sentimiento se expresó libre en su rostro. Se echó a llorar entonces sobre el cuerpo de su novia. Tomó las suaves sábanas entre sus dedos y las apretó ligeramente. El aliento se sentía desgarrado y su voz en el llanto de la fuerte aflicción se quebraba. Pero el dolor llegó muy profundo y esas heridas nunca sanarían... pues el pesar de la pérdida era más de lo que él podía sentir.

Cada otoño iría entonces a aquel árbol y se sentaría bajo el mismo cuando la suave brisa le susurraría las mismas palabras que ella le dijo. Y así su amor y su alma sentirían su piel rozar. Pero la estaca en su pecho ardería como la vez en que fue incrustada y arderá por siempre hasta que con su amada logre reunirse por fin.


05 Nov 2009




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Well, este escrito pues ya tiene la fecha... Es ridículamente cursi pero lo hice inspirada en la canción homónima de la banda Kamelot.

1 Response to "Love you to Death"

  1. hhyyooggaa Says:

    T________________________T

    U________________________U

    sorry por el comentario tan useless...