Money, Money, Dirty Money~

Estaba leyendo ¡Eureka! para recordarme lo importante que fue esa decisión y no recaer. Esta mañana me molesté conmigo misma de nuevo por algo que prefiero no decir. Antes del mediodía he estado a toque, pero ya estoy mejor.

Leia mis palabras de nuevo, sonreí... y... de repente recordé algo que también escribí. Esto lo escribí el 04 de diciembre del año pasado.

Well, I'm Back! Naw, ya basta del inglés. Si sigo hablando inglés terminaré hablando muy mal español (?). Ayer estuve revisando mis escritos y es que todo empezó por culpa de Victor. Muy largo de explicar. La cosa es que lei cosas antiguas y terminé encontrando esto. Ahora estoy padeciendo de dificultad de concentración, o simplemente me distraigo demasiado. Pero en fin, me di cuenta de que he crecido. En ese momento me hice fuerte. Porque en ese momento, a pesar de estar sola, de casi desplomarme y todo lo demás; nunca me rendí. Pude haberme ido de la Universidad y dejarlo todo por no resistir la presión, pero no me rendi, y eso me hace sentir orgullosa de mi misma, de la buena manera. (Véase Una Anécdota.)

He pensado que quiero escribir más, mejorar y terminar muchos, muchos escritos. Sin embargo a veces me quedo estancada en pensar. Tengo que desperezarme, no puedo sólo pensarlo sino hacerlo. Eso lo tengo en cuenta, lo sé, lo entiendo, pero simplemente no puedo; me distraigo demasiado y no sé qué hacer. No puedo dejar de leer cosas o webcomics.

Por ahora me siento algo triste y sola porque Edu no está , se fue a Oaxaca con su padre y no volverá hasta el domingo o algo así, "qué dolor, qué dolor, qué pena".

De nuevo estuve pensando que quiero volver a estudiar. Y algo absurdo surgió: quiero ir a la universidad sólo por ir a un salón de clases. Y es que no quiero simplemente ir a un curso de inglés... sino que quiero estar medio día en una institución educativa. No quiero trabajar, odio trabajar... sé que es imp0rtante pero realmente no quiero hacerlo; no quiero trabajar de algo que no me gusta ni un poquito.

¿Qué iba a pensar yo en aquel momento que algo mucho peor que todo lo demás se avecinaba... y en ese mismo mes? Ahora lo leo, lo leo y lo leo de nuevo tratando de sermonearme a mi misma y decirme una y otra vez: "has podido superar cosas malas... puedes superar esto también". Trato de animarme, trato de sonreír. Es difícil... pero ya veremos. El tiempo dirá, como dice mi hermano.

Por otro lado, qué fastidio con eso de la universidad. Ok, voy a estudiar... ¡Y voy a estudiar DISEÑO DE MODAS porque quiero y punto! Ya estoy cansada de que mi familia me diga lo que tengo que estudiar... Bueno, mis hermanas.

"Estudia Derecho Legal" dijo mi hermana mayor.
"No me gusta" le respondí.
"No importa si no te gusta... Lo que importa es que eso da mucho dinero" sonrió con una malicia tan grande, con una expresión tan traviesa que me da escalofríos solo recordarlo.

Yo no voy a trabajar para ganar dinero y dinero. Yo no voy a trabajar para el gobierno, ni para el banco, ni para la empresa. ¿Por qué? Porque a lo contrario de ella, yo si puedo diferenciar activos y pasivos, ingresos y egresos. Yo no voy a vivir esclava del dinero pagando y pagando sin poseer realmente lo que tengo entre mis manos.

Ok, claro que voy a trabajar. Voy a trabajar duro pero tranquila. Voy a trabajar para convertir mis ingresos en activos. Yo sé que es importante hacerlo y por eso lo haré... Que no lo haya hecho antes fue simplemente porque no quería y no lo necesitaba. Ahora si lo quiero y me siento preparada. ¡Vamos allá!

No me interesa esa cochinada -en mi opinión- de estudiar la carrera cuya profesión de más dinero. Al fin y al cabo, es como todo... Nadie le asegura un trabajo a un doctor. Nadie le asegura clientes a un abogado. Y de todos modos... ¡hay como mil maneras de hacer dinero! Y mejor aun... ponerlo a trabajar para uno mismo.

¡Eureka!

Hoy empecé a leer Padre Rico, Padre Pobre, de Robert Kiyosaki. Naru me dijo que lo estaba leyendo así que se me ocurrió... que no solo para distraerme y entretenerme de una manera más amena y educativa que jugar Castle Age y Ninja saga; podría también unírmele para que fuera una actividad que podamos hacer juntos... para comentar, para platicar y sobretodo para poder ayudarlo en caso de que sea necesario.

En el proceso... y escuchando Magdalena - A Perfect Circle, canción que es mágicamente bosteadora de mi inspiración, pensé algo totalmente acertado. Pensé algo tan genial, tan perfecto que me hizo sonreir. Luego de divagar en mi mente con frases como: "Yo he sido la mejor para él" ... ¡EUREKA!

Fui a donde Luni y le dije: "¿Sabes qué? Así como fui la mejor... ¡Voy a ser mejor todavía! Me voy a superar en TODOS los aspectos. TODOS." Y empezaré por quitarme las malas vibras, el llanto, la desidia y la pereza. Me voy a sacudir, como dice mi madre. Voy a dejar de llorar por tonterías. Voy a dejar de decir "no puedo hacerlo" y empezar a preguntarme "¿cómo puedo hacerlo?". En vez de decir "estoy gorda", empezaré a decirme "no, no lo estás, pero puedes ponerte mejor si haces ejercicio". Y así, quizás a paso lento, quizás a paso rápido, me voy a superar. Y LO ESCRIBO. Lo escribo porque así de grande es mi decisión. Ha quedado escrito aquí, públicamente que me voy a arreglar~ Que voy a mejorar, y que voy a ser una mejor persona y una mejor hija.

Para comenzar tengo en mente crear un "Enunciado de Misión"... Algo que me enseñó Sean Covey en su libro "7 Hábitos de los adolescentes altamente efectivos", el libro que me ayudó tanto, tanto, tanto, pero tanto en el propedéutico de la universidad. A veces pienso que si no hubiese tenido ese libro, quizás hubiese sucumbido ante la terrible presión. Muy recomendado.

  • Planeo mirar al frente y enfrentar los obstáculos que se me presenten con una enorme sonrisa. Con determinación y confianza.
  • Planeo no estresarme ni preocuparme de más por cosas que no están a mi alcance... Como el humor de mis hermanas o el clima metereológico.
  • Planeo desperezarme y moverme.
  • Planeo tener más paciencia y tratar mejor a las personas que me rodean.
  • Planeo no ponerme a llorar ._. sino siempre tratar de verle el lado bueno a las cosas, aunque no tengan (?).
  • Planeo encontrar un empleo cuando esté lista.
  • Planeo poner en marcha mi plan de segundo ingreso que consiste en la elaboración de... muchas cosas que sé hacer, hahahá.
  • ¡Y planeo seguir el Enunciado de Misión que me proponga!

...
Los libros mencionados de hoy:


Padre Rico, Padre Pobre
Reseña
Descarga



7 Hábitos de los Adolescentes Altamente Efectivos

7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas
Reseña
Descarga

Una anécdota

9:11 AM Posted by Louisianee 1 comments
Hace un tiempo hice un propedéutico para entrar a la facultad de Arquitectura y estudiar Diseño Gráfico.... he aquí lo que pasó.

No dormí absolutamente nada. Terminé el trabajo, lo guardé –o eso creí–, me duché, me vestí, me arreglé y salí casi apurada. A la esquina desaceleré mi paso y me tranquilicé. Llegaría temprano. Últimamente he pensado que a pesar de todo, tengo buena suerte. Es decir, llevo más de una semana sin dinero y justo voy contando a ver si me alcanza para tomar el metrobus, me subo y la máquina de tickets se encuentra bloqueada. Enseñé un ticket viejo y expiradísimo, el chofer me dejó pasar. Otro día más que me salvo. No lo sé… Siempre me toca subirme al único metrobus que tiene la maquinita aquella dañada y resulta que no debo comprar otro ticket.

El problema radicaba ya en el ticket para el metro. Tenía cinco bolívares y el ticket cuesta cuatro con cincuenta. Vale, fui y pagué… el tipo de caja me dijo algo que no entendí por estar escuchando música, pero me dio algo igual y seguí mi camino.

Era el comienzo de otro día agotador.

Lo primero que hice al salir de la estación fue correr a tomar el periódico. Me encanta leer el periódico por la mañana. Lo tomé y caminé distraídamente leyéndolo. Iba lento. En determinado lugar dejé de leerlo por cuestiones de andar más al pendiente del tráfico y demás. Sin embargo mi mirada se iba al piso y cabizbaja andaba. No quería ver a nadie y mucho menos que me vieran. Otro de esos días en los que simplemente quiero ser invisible, supongo que les pasa a todos.

Llegué y ni ánimos tuve de decir buenos días al de la puerta. No, mentira… él no estaba, es cierto. Pasé de largo y entré al salón sin decir nada. Me senté detrás de Aarón. Sabía que era su puesto por su bolso, pero ni me tomé molestia de preguntar. Leí el periódico un momento más y me levanté con pendrive en mano para dárselo a uno de mi equipo.
–Aquí tienes, imprime el trabajo –le dije y voltee a ver mi periódico nuevamente. No tenía ganas de hablar. Me sentía algo débil y de hecho estaba algo preocupada por el pequeño miedo a desmayarme en cualquier lugar. Juan se fue con Pedro a imprimirlo en yo no sé dónde.

Luego de un rato regresaron y Juan* me entregó un documento de siete páginas. Lo vi, fruncí el ceño.
–El trabajo que hice tiene treinta páginas –mencioné mientras tomaba en manos el mencionado.
– ¿En serio? –preguntó él.
Me provocó preguntarle si al menos había leído el contenido de lo que estaba imprimiendo. Obviamente no vio el trabajo antes de imprimirlo, porque el odioso documento estaba incompleto.

Una oleada de frustración, decepción y rabia me invadió, me inundó y me destruyó como un tsunami lo haría. No sé si era por estrés, por sueño, por distracción o qué –no vale la pena indagar demasiado en algo irrelevante–, pero había guardado el documento en el disco duro y no en el pendrive…
Faltaban pocos minutos para que el profesor llegara y siendo apenas las ocho de la temprana mañana, mi día ya estaba arruinado.
–El trabajo era de treinta páginas –dije con la vista fijada en las letras del diario.
–Pero ese era el trabajo que estaba.
–Yo lo hice entero…
–Sólo estaba ese.
– ¿No entiendes? No lo guardé donde era –un nudito se hizo en mi garganta, no quería pronunciar ni una sílaba más.
Le hice un ademán de que se fuera. Realmente ni deseaba verlo, ni a él ni a Pedro ni a los otros del equipo, excepto a María.

Me quedé un rato con la vista sobre el papel pensando en qué le iba a decir al profesor. No tenía el trabajo, ni la presentación de powerpoint y dudaba demasiado poder hablar con propiedad en tal estado de hipersensibilidad, estrés y… y todo.

Para eso había estado absolutamente toda la noche trabajando, en vela. Para eso había descuidado mi habitación, mi cabello, mi rostro, mi todo. Para eso había pasado treinta horas sin dormir. Por un momento me quise morir, de rabia y decepción. Respiré profundo y me concentré en las noticias, que el día de hoy estaban muy interesantes.

No sólo hice esa tesis entera yo sola, también hice el trabajo que tocaría exponer mañana. Hice un trabajo entero, súper completo. Lo tenía todo listo, meditado, pensado ya. Sólo esperaba ver aquella muestra de dignidad que dan los seres humanos, o al menos el agradecimiento por una ayuda de tal magnitud. Uno de ellos se acercó a mí y me preguntó por los trabajos.
– ¿Después de una semana es que vienes a preguntarme? –cuestioné.
–Era para hoy.
– ¿Cuál? ¿Cuál de los trabajos era para hoy?
–Los dos que la profesora nos dio tiempo de entregar –dijo casi con timidez.
–Hablas y no dices nada –afirmé mientras posé mis ojos de nuevo en el periódico.
–La profe dijo que nos daba la oportunidad de que lo entregáramos hoy.
– ¿En serio? ¿Por qué no me dijeron? –voltee a verlo.
–No sé. ¿No te dijeron?
–A mi sólo me dijeron que era para el jueves todo –expliqué con calma.
–Yo no sabía que tú lo ibas a hacer –dijo él.
–Ah… ¿entonces quién? ¿Si tú sabías que era para hoy por qué no lo recordaste? Si nadie más lo había hecho ¿por qué no lo hiciste tú?
Se quedó en silencio y comenzó a balbucear cosas sin sentido. Que si “es que yo… y… no sé… este… yo…”. Detesto a la gente que balbucea idiotamente. Estuvo tratando de buscar una excusa, pero no tenía. Miré el periódico y le dije que se retirara, que el trabajo de Recursos Naturales lo estaba haciendo Pedro. Se lo dije porque es verdad. Un día Pedro se conectó y me dijo que estaba haciendo el trabajo de nuevo porque estaba en casa de su abuela. Vale, lo dejo en sus manos, pues. Ése lo dejé a su cargo en el preciso momento en que dijo que lo estaba haciendo. Y me lo pasó y ahora estoy recordando que aquí lo tengo. Hahahá. Okei, en un rato lo acomodaré, seguro está lleno de errores ridículos y absurdos. ¿Qué he merecido para sufrir la ira producida por un equipo de imbéciles?

Retomemos lo que nos han explicado algunos filósofos con la etimología de la palabra imbécil, viene de bacculus, que es bastón; es decir, imbécil es el que se apoya en un bastón. No hablo de las personas discapacitadas, sino de los que necesitan de los demás para poder andar. Esas personas reactivas que no pueden ser suficientemente independientes como para arreglárselas. Siento cierta aversión por estas personas que no pueden inventar para salir de un lío y que necesitan que otra persona esté dándoles órdenes para así sentirse privados de libertad y poder aplicar una excusa con argumento estúpido de “ella tenía que hacerlo, y éste fue el punto que me dio para preparar”. No, no debemos enfrascarnos en “el punto que voy a tratar”. Si somos un equipo y vamos a exponer sobre algo global, no es que sólo sepamos del punto del que vamos a hablar, sino que tengamos conocimiento de todo el trabajo en conjunto.

Sinceramente me siento bastante decepcionada de estas personas que pensé que tenían iniciativa. No, se han quedado dormidos a la orilla como camarones que se lleva la corriente. Esperando a que otros hagan un trabajo en el que todos debemos cooperar, en el que la sinergia debe estar presente.

En fin. Hace unos minutos entendí algo que me había preguntado desde pequeña. Uno cuando pequeño habla bastante y fastidia a los adultos. Yo soy muy buena con los niños, me encanta oírlos y jugar con ellos. En esta ocasión estaba yo fregando los platos y se acercó mi sobrina.
– ¿Quieres oír un chiste? –preguntó.
–No –contesté secamente.
–Bueno –en ese momento en que yo me percaté que iba a decirlo de igual manera, miré hacia arriba y casi suspiré resignada sin querer a escuchar las palabras de la niña. No es que no la quiera, la amo y la adoro; pero estoy, si, estoy, tan molesta y estresada que no quería saber nada–, un tipo va y le dice a sus amigos: “Voy a viajar al sol”; a lo que sus amigos responden: “te vas a quemar”; el tipo ríe y dice: “¡No, porque voy a ir de noche!”.

Empezó a reír y yo la miré inexpresivamente. No me reí y ella solo se fue, sin inmutarse tampoco por mi seriedad. Entendí aquellos días en que me decían que tenía pilas de radio porque no dejaba de hablar. Entendí aquellas veces en que los adultos simplemente parecían obstinados. Entendí todo porque en ese momento (bueno, este momento) estaba del otro lado, del lado del obstinado. Pero ya me estoy acostumbrando a un ritmo de vida que no pensé que tendría; a unas presiones que no pensé que me dañarían de alguna manera. Porque estoy cansada, estresada; tengo sueño y hambre.

Esa es otra. No he comido bien en dos semanas. Mi hermana me llamó percha refiriéndose a mi estado de delgadez. Los pantalones se me andan cayendo. Bah, mejor (¿?), así vuelvo a mi figura. Hahahá.

Primero el profe dijo que expusiéramos sin lámina ni material, ni trabajo. Yo me negué rotundamente. Me niego, me niego, me niego a hacer una exposición en tales condiciones. Mis compañeros me apoyaron a que lo hiciera, que al menos valdría un par de puntos. Dijeron que confiaban en que lo haría bien, que estaban seguros de que sabría hacerlo. Intentaron animarme y eso sólo me conmovió, hizo que me provocara romper en un ridículo llanto. De todos modos me quedé inmóvil y necia.

El otro equipo expuso y me quedé dormida sin querer (totalmente). Cuando desperté apenas estaban terminando y se habían llevado bastante tiempo. En ese momento podría decirse que “me salvé”. El profesor dijo que podíamos exponer el viernes.

Bueno, otro día más sin desayunar. Dicen que el desayuno es la comida más importante, ¿no? Para mi la comida más importante es la que puedo ingerir, y ya. No tengo tiempo para preocuparme por comer bien. Ni siquiera tengo plata ahora para andar comprando comida en la calle. Además, en la casa en la que vivo pues nunca me dan de comer. Bah, eso no importa. Como siempre he dicho, yo soy bien fuerte y puedo soportar eso y más.

A pesar de todo he venido tomando todo con un poco más de ánimo. Ya sé que tengo cara de –censurado– todo el tiempo ahora, pero imagínense si no estuviera animada… Sería una especie de ogro, tal vez. Me tachan de chocante y antipática. Es mejor ser chocante y en leves cantidades, a ser realmente un monstruo furioso e histérico con síndrome pre-menstrual.

En fin, luego de un día de atormentante idiotez abundante en el ambiente donde me toca desarrollarme, por fin llegó la adorada hora de salir de ese horrible y frío lugar que llamamos salón de clases. Le di el pendrive a Gloria para que imprimiera el trabajo de la exposición de mañana. Le dije claramente que tenían que repartirse sus puntos, etc.

Supongo que fue, porque no la vi más. Luego salí y la vi. Entonces vino hacia mí y me dijo:
–La profe sólo quería una exposición con láminas, no un trabajo –me lo dijo como si me quisiera decir tonta por no haber hecho una lámina directamente sino un recopilado de todo de lo que se iba a hablar. Me molestó.
–Vale, entonces devuélveme el trabajo, a ver qué coño te estudias para mañana o qué pones en la lámina de mierda que seguro haces, estúpida –le dije… Bueno, no, mentira. Lo pensé… Lo pensé de veras.
Me contuve, respiré profundo. No soy tan mala. No soy tan cruel como antes.
–Mira, el trabajo está para que ustedes sepan qué van a decir en la exposición, o sea, se repartan sus puntos y se los aprendan. Éste es para ustedes.
Se quedó mirándome con cara de idiota, por poco se babea.
–Pero la profe lo que quiere es una lámina –balbuceó.
–Lo sé, la lámina la harás tú.
–Pero yo no sé hacer una lámina –explicó con ojitos de perrito regañado.
No cambié mi inexpresiva expresión. Sin embargo señalé a los otros.
–Ellos seguro saben cómo hacerla –los miré por un par de segundos nada más.
Di la vuelta y seguí mi camino, pues mis otros compañeros ya habían avanzado.

Quiero decir, hice todo el trabajo, con introducción y conclusiones. Todo está hecho, todo servido en bandeja de plata. ¿Y todavía esperan que también haga la lámina? No joda ¿Un papel idiota fácil de hacer que puede terminarse en un par de minutos? Claro, es bien fácil. Yo podría hacerlo. Pero, qué va, estoy muy cansada y ocupada como para hacer eso. Además, les estoy dando la oportunidad de hacer “algo” o ¿no? Es decir, si hiciera el trabajo y también la lámina sin participación alguna de ninguno de ellos podría fácilmente aplicar para que les pongan cero por no cooperar y hacer que reprueben la puta evaluación. La lámina la tienen que rellenar de información, les di la información, la imprimieron y como ciegos fueron hacia mí por no saber qué hacer.

¿Es muy difícil? Tener más de dieciocho años y no saber hacer un mapa conceptual, mental, esquema o algo parecido en un papelote es algo retorcidamente triste. ¿Muy difícil escribir un par de cosas bien resumidas?

Sólo tengo una palabra para eso: DECEPCIÓN.

Bueno, por ahora doy por terminado este día, digo el día porque apenas son las 10:00 p.m. o sea, faltan horas y horas para que me vaya a… ¿dormir? Sí, si es que duermo. Me voy a hacer lo de Recursos Naturales y Desarrollo Sostenible.

Nos vemos mañana, Word <3~>




Y eso fue lo que pasó el 15 de julio... Y ¿valió la pena? NO. Al final no quise estudiar Diseño Gráfico nwn

El viernes que me tocó la exposición la hice excelente nwn, con una muy linda presentación y un trabajo lo más de completo. ¿Cabe decir que saqué a mis compañeros de mi equipo?



*Los nombres han sido cambiados (?).

Coffee Prince

7:50 AM Posted by Louisianee 0 comments

El otro día extrañamente pensé... ¡Qué grandioso lo pasan los chicos! Últimamente estoy viendo una serie (o un "dorama" como dirían los verdaderos fans, al menos los medianamente conocedores del tema) koreana que se llama en español "El príncipe del café". Wah, qué serie tan antojosa y adictiva. Se trata de una chica que tiene que trabajar para sacar a su familia adelante... Pero para trabajar tiene que verse como un chico, para que crean que es un chico. Cosa fácil para los asiáticos que pueden cambiar su género visual por su casi andrógina complexión. En esta novela, Eun-chan se viste como muchacho y realmente se hace pasar por uno, puesto que no tiene ningún gesto femenino como tal que la delate. Durante la trama, Han-Gyul, un chico riquiño, ve potencial en "él" y decide hacerlo pasar por su compañero y al final termina contratándolo para trabajar en un café que termina llamándose "Coffee Prince". La cosa es que a Eun-chan se le da la oportunidad de codearse con un grupo de chicos bastante particulares, llegando a situaciones incómodas y graciosas.

Lo que me encanta y me encurruja el corazón es lo simple que es cuando está con ellos. Lo honesto y lo natural de sus acciones. Comer pizza con las manos y no tener cuidado... y no solo eso sino comer como si tuviera una solitaria. El compañerismo, la hermandad, la confianza. Y es que puede ser tan libre, tan sencilla, tan falta de cuidado. Todo lo contrario a cuando tiene que actuar como una chica. La primera vez que tuvo que actuar como tal realmente fue gracias al primo de Han-Gyul, cuyo nombre no puedo recordar. La invitó a una galería de su "ex" para hacerla pasar por su nueva "amiga" y ... al ver el pésimo trabajo que hicieron la madre y la hermana para volverla una "mujercita" (cosa que pasó al revés con Mulán), decidió ayudarla y la mandó a maquillar y la vistió muy bien.

Entonces... Maquillaje, ropa elegante, gracia, buen caminar (en zapatos de alto tacón, o como diría -que son mis preferidos- Stilettos)... ah... todo eso es tan agotador. Era tan así, que pocos pasos ella podía aguantar. Tuvo que usar una peluca por lo inaceptable que era su cabello corto y desaliñado. Sufrió mucho por intentar ser algo que no era -que no pudo lograr- y al final se terminó quitando las sandalias y la peluca. Sencillamente esa novelilla koreana resalta la enorme diferencia que hay entre ambos sexos (al menos la social).

Así que vuelvo y repito... ¡Qué grandioso lo pasan los chicos! Andan por ahí sin camisa, en shorts, no les importa estar feos o gordos (al menos no tanto como a las chicas). No les importa mucho ser cochinos y groseros entre ellos. Son como pequeños animalitos o niños (?). Se pueden revolcar en el lodo y está bien. Pero... ¿cómo es vista una chica que actúa igual aunque lo haga solo por pura e inocente diversión? No puede. No puede y simplemente no puede porque la sociedad lo tacha con una sola y única palabra: "¡Machorra!"

Si me preguntan mi opinión mía de mi persona personal... diré: Me gusta subirme a los árboles, jugar videojuegos, comer hasta sentir que el estómago me explotará por pura gula, sudar sin preocupaciones, no maquillarme, usar ropa sencilla (me encanta la ropa con cortes masculinos) y muchas otras cosas. Porque yo he tenido la oportunidad de convivir con chamos y puedo compararlos con las "amiguitas" que una siempre tiene. Si me ponen a elegir, me quedo mil veces con mis amigos... ¿por qué? porque son sencillos, no critican, no están pendientes de tu look o de si tienes el cabello bien hecho, no te dejan de hablar porque les miraste feo. Yo de amigas no he tenido buenas experiencias... Puede que mi punto de vista esté nublado por traumas pasados pero es simplemente el cristal por el que veo esa realidad que se convierte en mía por el solo hecho de ser subjetiva y única.

Primer Post!

7:40 AM Posted by Louisianee 1 comments
Well, primer post de mi nuevo y primer blog. No sé cómo tomé la decisión de crearlo... Puede que sea simplemente el deseo de hacer algo más que jugar y desperdiciar mi vida en las últimas vacaciones (espero) de este año. Aunque, ahora que lo pienso, sí... sí sé cómo decidí hacerlo. Escribí en mi pequeño "diario"...

Querido diario, he vuelto a encontrarte. No es como que te encontrara casualmente mientras busco otra cosa. No. Hoy una vez más pensé en hacer un blog. Varias personas me han dicho, "oye, haz un blog, seguro que te va bien"; "oye, haz un blog, podrías poner tus pensamientos ahí". Luego pensé: la época del blog es una época, valga la redundancia. Por mi mentecita pasó aquello de que era una simple moda y que pasaría rápidamente... cosa que me ratificó un artículo de la revista nacional "Estampas". Y no es sólo eso sino que todavía los pensamientos autodestructivos que se posan en mi mente y se asientan como fertilizante, atacaron de nuevo solo para decir: "Nadie va a leer tu blog, no seas ilusa". Shit. "El blog es algo muy difícil de mantener" y peor aún, "¿De qué vas a hablar en tu blog?"
Bueno, ¡hoy me dieron ganas de hacerlo! Y para ello, ¡he decidido reunir a las mejores mentes que conozco, las mentes maestras! ¡Joseso, Jean, Amarant! Y yo, por supuesto. Claro que como siempre la duda está al alcance. ¿Por qué tanta compañía? ¿Tienes miedo? No sé por qué me siento incapaz de hacer un blog de solo mi autoría. ¿Debería o no debería?

¡Listo! Voy a hacerlo... Pero... ¿Qué nombre le pongo?


Obviamente al final terminé haciéndolo yo sola (mi blog personal), pero eso no quita que luego haga uno de opiniones totalmente diversas. Sí, la diversidad hará de ello algo realmente entretenido y no solo eso sino el pensamiento extraño de esas mentes locas.

PLUS: Encuentro escribir en un blog una excelente manera de mantenerme cuerda, informada y todavía un poco culta (aunque sea).